¿En que momento el teatro deja de ser teatro?
¿Cómo meter el medio tecnológico al teatro?
Estas preguntas fueron el eje de la discusión en clase y parece que la respuesta depende de la perspectiva de cada artista.
Desde luego el teatro a diferencia de otras artes toma en cuenta al espectador en su momento creativo y por eso todo lo que ocurre en escena debe tener unidad, para que el receptor de un espectáculo no quede confundido en relación con lo que se le dice. Pero ¿por qué la resistencia hacia lo tecnológico?, creo que esta forma creativa que fusiona la tecnología audiovisual con las otras ramas artísticas es también una proyección de una manifestación que integra las prácticas culturales que exploran otras alternativas, en donde las misma sociedad crea la necesidad de experimentar otras formas de expresión que van intencionadas a la creación de nuevos campos que crucen los límites tradicionales entre las disciplinas artísticas. Desde este punto de vista la pregunta sería no que es el teatro sino que alcance puede éste desarrollar integrándolo a otras alternativas artísticas, no cambiando una expresión por otra mas bien transformando las posibilidades de expresión y ampliando el panorama creativo, desde luego solo si tiene que ver con un discurso unitario, no me refiero a protagonizar el suceso visual por el solo hecho de la experimentación en sí misma, estoy segura de que pude funcionar como un recurso muy interesante.
Leí algo acerca de las vanguardias y me parece que se explica de alguna manera la tendencia hacia el uso de la tecnología en el arte contemporáneo:
“Durante el siglo pasado y principios de este, las vanguardias artísticas han ejercido una gran influencia. Esto comprueba que las vanguardias han triunfado por el atrevimiento de la invención de un tiempo propio, el de la construcción no ya de un espacio de encuentro y de reconocimiento en la que confluyen rasgos recurrentes y comunes a otros momentos sino el de la invención de un tiempo que es hoy, pero también mañana, sería el tiempo de la renovación, de la invención de los nuevos lenguajes, esta conciencia en la reflexión sobre el lenguaje como vías de acceso a realidades nuevas. El lenguaje, pues, construye la realidad, no refiere un mundo preexistente…”
Ensayo de Plinio Chahín, publicado en la revista Tinta Seca de Arte y Literatura
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